domingo, 19 de marzo de 2017

Y entonces, me rompo.

Y entonces, me rompí despidiéndome de ti como quien se despide del invierno, diciéndote un "Hasta luego" al que respondiste con un "Adiós". Desde entonces sé que un adiós es para siempre.
Para siempre, como el recuerdo de tus "Te quiero", como la sensación del tacto de tus dedos sobre mi piel, como tu mirada mientras me alejaba en aquel tren.
Algo en mí me decía que no te volvería a ver pero aún a día de hoy sigo esperando poder encontrarte en el siguiente cruce.

viernes, 2 de enero de 2015

Mírame.
En un segundo puedo sentir tus brazos alrededor de mi cintura, tu respiración sobre mi frente y tu aliento sobre mi boca.
Mírate.
Tardarías millones de años en darte cuenta de lo que te digo con la mirada, con cada sonrisa y cada palabra.
Vuelve a mirarme, aquí me tienes, recordándote una y otra vez, cuando eres la persona que menos se lo merece, la que más daño me ha hecho, pero no te lo recrimino. Fue mi culpa sentir tanto, no la tuya por no sentir nada.
Nuestras miradas se pueden cruzar mil y una vez, o mil y una noches pero ya nada va a volver a ser lo mismo. No me pidas que te diga todo lo que siento por ti, no saldrá nada de mi boca que no sea un sollozo mientras me alejo de ti, mientras lloro en silencio y me digo que he hecho lo mejor aunque por dentro y en lo más profundo de mi ser sepa que no es así. No me pidas que te vea como antes porque lo único que veré es a la persona en la que te has convertido. No me pidas que no me vaya, cuando fuíste tú quien me echaste de tu lado. Ya no tengo fuerzas para quererte, para escribirte ni una palabra más, porque sé que pierdo el tiempo haciéndolo, pero soy así, masoca en lo que respecta a ti, porque sigo a tu lado, no sé decirte que no aunque sepa que me utilizas, o a lo mejor no es que no sepa, sinó que no quiero que te vayas, que me cambies, aunque siento que ya lo has hecho.
Mírate, no eres tú quien llora. Mírame, no soy yo la que está rota por dentro. Supongo, que en algún momento nuestros caminos se acabarán separando por completo. Ahora, me toca traicionar a mis principios y rezar aunque no crea en Dios para que eso suceda lo antes posible.
Todos somos diferentes. Vosotros y yo no tenemos nada en común y en el fondo, me alegro. Criticais, insultais y hundís a la gente sin importaros nada, ni nadie. Gente que no se lo merece lo está pasando mal por vuestra culpa y creo que eso no os entra en la cabeza. Me siento mal, me siento humana y eso me duele. Ser humana ahora mismo es ser peor que un animal y poco a poco os ireis dando cuenta. Tengo más mascotas que amigos, prefiero estar sola en medio de un bosque que rodeada de gente. Para vosotros yo seré la rara, pero luego, buscareis mi calma.
Aprendí que la vida son buenas y malas rachas, que conoces a mil personas pero una te marca, que mil aciertos se borran y un fallo deja mancha, que lo que más daño te hace es lo que más te engancha. Que hay personas que se odian porque un día se quisieron, que intento perdonar pero no me sale, que prometer no vale, que todavía duele, que nunca se olvida del todo, que todo se va pero antes se te clava.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Te extraño tanto que me cuesta respirar; tanto que tiemblo... Tiemblo al darme cuenta de que no soy nada sin ti, y aunque me cueste aceptarlo, creo que en el fondo, siempre te querré aunque tu nunca sintieras nada por mi, aunque todo esto sea culpa tuya, aunque el cielo se caiga a pedazos y la Tierra se rompa, hasta en ese último momento, rezaré para que te salves por los dos.